martes, 23 de diciembre de 2014

El futuro de García Márquez

Gabo que estás vivo en la memoria
 
Gabriel García Márquez, según ilustración de Fernando Vicente./elmalpensante.com


Las cálidas muestras de afecto hacia Gabriel García Márquez, una vez se supo la noticia de su muerte, pueden precipitarnos a un espejismo: suponer que siempre será así y que esa devoción, dirigida tanto a la persona que fue en vida como a sus deslumbrantes obras, permanecerá inalterada a través del tiempo. Craso error. La memoria y su inercia llevan a que en estos casos lo que no se preserva ni difunde acaba tergiversado, destruido o simplemente olvidado. Papiros, códices, libros, museos, cuadros, esculturas, monumentos, edificios, fotografías, ilustraciones, películas, partituras, grabaciones, lenguas y culturas han desaparecido de la faz de la tierra. ¿Quedará algo de Gabriel García Márquez en cincuenta, en cien, en doscientos años? Nadie lo sabe. Por eso, si queremos mantener sus obras en la conversación pública, debemos abocarnos ya mismo a una tarea de reunión, ordenación y –quién lo creyera– hasta difusión que lo preserve de la peste del olvido anunciada en la más célebre de sus novelas.
Cuando se recuerda que en los últimos siete años pocas librerías colombianas han podido vender los libros de nuestro Nobel, queda patente que no se trata de una fantasía apocalíptica. De García Márquez no existen obras completas, ni una iconografía digna de ese nombre, no hay un tomo o una serie de tomos que, por ejemplo, reúna las entrevistas que dio a lo largo de su vida, o sus muchos y apenas leídos artículos sobre artes plásticas. No existe una recopilación de sus cartas ni una bibliografía crítica de los principales trabajos que le han consagrado. En vez de promover homenajes insulsos y excluyentes, el Ministerio de Cultura podría encargarse de alguna de esas tareas, o comisionar a otros para que las lleven a cabo. ¿Qué tal si el Instituto Caro y Cuervo promueve un Diccionario García Márquez, donde se consignen las palabras que usó de manera distintiva, sus reflexiones sobre el arte de la novela o alguna de sus muy peculiares opiniones sobre el lenguaje? ¿Qué tal si la Biblioteca Luis Ángel Arango organiza un Centro de Información, donde sea posible consultar todo lo hecho por él, citado por él o hecho sobre él? ¿Qué tal si desde ya el gobierno de Colombia le solicita a su viuda que, una vez transcurra el tiempo prudente, los archivos personales de Gabriel García Márquez vuelvan a Colombia? No es lo único. Sería bueno, entre otras ideas, hacer una reunión anual de traductores y de especialistas en su obra. Sería bueno promover la traducción de las obras todavía no publicadas en cada idioma. Y –como complemento de lo anterior– sería bueno promover la traducción íntegra de las obras completas en inglés, francés y otras lenguas donde ya hay mucho traducido. Solo de ese modo Gabriel García Márquez seguirá vivo en la conversación pública.
No me gustaría que esto pareciera una simple exhortación a los cocodrilos; a través de esta edición especial dedicada a nuestro máximo escritor estamos dando un primer paso en ese camino de avivar su memoria. Por un lado, es un recorrido antológico por nuestro archivo para rescatar algunas piezas ya clásicas pero quizá desconocidas por los nuevos seguidores de la revista. Por otra parte, es el espacio para textos inéditos, que ofrecen perspectivas novedosas para abordar su literatura.
Nos ha interesado que el detalle y la profundidad se desarrollen sin perder de vista la imagen viva de García Márquez: las noches en La Cueva, las parrandas de juventud, la hipérbole, la risa, las travesías por el Magdalena... todo esto salpimentado con una selección de ilustraciones y fotografías inéditas y uno de esos detalles cifrados que tanto gustaban al autor de Cien años: la fuente con que hemos compuesto los títulos de cada artículo se llama Buendía y es el homenaje que César Puertas, un brillante tipógrafo local, le hace a la novela colombiana más grande de todos los tiempos. Este Gabo Malpensante es una invitación para releer a García Márquez desde otra luz y una celebración de esa manera ejemplar de entregar igual intensidad a los libros y a la vida.

España rinde homenaje a García Márquez

Gabo que estás en los cielos


Numerosas instituciones culturales honrarán con eventos especiales al fallecido autor de Cien años de soledad

Gabriel García Márquez durante una visita a Casa América en 1999./elpais.com
Una calle. O tal vez una plaza, un parque o un edificio público. Qué será no está decidido. Sí lo está que Gabriel García Márquez, fallecido el pasado 17 de abril a los 87 años, nombrará un pedazo de Madrid para la posteridad, tal y como anunció el delegado madrileño de Las Artes, Deportes y Turismo, Pedro Corral. Es uno de los numerosos homenajes que se sucederán en España para honrar a Gabriel García Márquez en el que participarán las principales instituciones culturales.
Las palabras de García Márquez, en diversos manuscritos, acompañarán la jornada de puertas abiertas de la Biblioteca Nacional de España el sábado 26 de abril. Esta vez, la tradicional visita que abre salas de lectura y espacios normalmente restringidos al público estarán salpicado por las obras de García Márquez, que los visitantes podrán firmar para dejar su recuerdo al maestro. Se trata de un primer acto de lo que serán una serie de eventos en honor al escritor colombiano, una prueba de que el legado de  García Márquez "es enorme, y su obra, tantas veces editada y leída, es el tesoro que nos deja", como afirma Ana Santos Aramburo, directora de la biblioteca.
El Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo podrá ser leído en voz alta en Casa América. Ese legendario arranque y las más de 130.000 palabras que lo siguen estarán a disposición de quien quiera pasarse a probar cómo suena 100 años de soledad con su voz, un botón de lo que será un gran homenaje aún en fase embrionaria, según aseguran desde el organismo.
En gestación se encuentra también los actos que prepara el Instituto Cervantes. Aunque José María Martínez Alonso, jefe de prensa de la institución, anuncia que habrá eventos en "todos los centros Cervantes del mundo [87 en 43 países]" y un "gran acto en Madrid" coordinado junto con la embajada de Colombia del que se concretarán los detalles en las próximas semanas.
Al margen de este homenaje conjunto, la embajada de Colombia ofrece también una lectura, la de El coronel no tiene quien le escriba, el próximo jueves 24 de abril. Desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarda se leerá la obra íntegra, con un aforo limitado. Entremedias, a las 12.00, el escritor Dasso Saldívar, escritor de la biografía Gabriel García Márquez: El viaje a la semilla (Alfaguara, 1997), repasará la infancia y juventud del escritor. Un día antes, el miércoles 23 de abril de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00, los lectores de Márquez podrán escribir su despedida al artista en un libro de condolencias. Una honra más al maestro de las muchas en marcha. Como su calle, plaza, parque o edificio en Madrid, que se conocerá a finales de mes en el próximo pleno del ayuntamiento de la ciudad.